En Semana Santa se trata de recordar la muerte y resurrección del Señor Jesucristo, redentor de la humanidad e inspirador del Cristianismo y la ocasión supone una pausa en el acontecer normal del país: Se reducen considerablemente las actividades comerciales, entidades corporativas y otras oficinas se toman vacaciones colectivas, los diarios limitan la circulación, se “calma” el frente político, etc. En lo individual, una ruptura de la rutina cotidiana. Bueno, este asueto de Semana Mayor es historia y el país vuelve a la rutina corriente. Pero nota siempre concomitante del feriado son las desgracias personales, lamentablemente, cuya principal causa son accidentes de tránsito. Muy doloroso que haya que establecer cifra de muertos para cerrar oficialmente el período, año tras año.